La fragmentación del trabajo

Las plataformas digitales de empleo e intercambio de servicios (empresas como Uber, Airbnb o Workana) resolvieron ese problema al evaporar las fronteras y reunir en un solo espacio virtual a cientos de miles de productores y consumidores. Basta con abrir una app y allí está todo: el mercado local, regional o global a solo un clic de distancia. Un universo infinito de usuarios -organizaciones, empresas, individuos- donde siempre alguien ofrece lo que otro busca: un viaje en auto, un espacio para dormir, un servicio de traducción, de plomería, de consultoría informática.

La plataformización avanza con la velocidad inasible de la tecnología y resulta difícil de dimensionar por su capilaridad, su escasa regulación y porque involucra a una gran cantidad de empresas distintas. Es parte de un proceso global más amplio, por el que el empleo vira hacia formas atípicas: según la consultora Gallup, en Estados Unidos unos 57 millones de trabajadores -el 36% de la Población Económicamente Activa (PEA)- tienen contratos temporales o son independientes. Otras investigaciones muestran que entre 1% y 4% de los trabajadores estadounidenses ya trabajan mediante plataformas virtuales de empleo.

Son varios los beneficios. Las plataformas representan una oportunidad de generación de ingresos para miles de personas, crean redes de intercambio de servicios de baja intensidad y habilitan un uso más eficiente de los recursos, porque priorizan el acceso a los bienes antes que su posesión, una importante contribución en medio de la crisis climática.

No siempre se trata de tareas no calificadas como la mensajería en bicicleta: en plataformas como Upwork o Workana, cientos de diseñadores, gurús informáticos y traductores encuentran proyectos -y pagos- acordes a su formación. Además, la posibilidad de disponer del tiempo de trabajo de forma flexible sintoniza con los deseos de las nuevas generaciones que ingresan al mercado laboral, para quienes el trabajo a horario fijo ya no es un valor esencial.

Los especialistas coinciden en que las plataformas llegaron para quedarse, porque lograron interpretar los cambios de un mundo hiperconectado. “El trabajo se está pixelando y la estructura laboral a tiempo completo dejará de ser la norma. Como modelo organizativo del siglo XXI, la plataforma es espectacular. Lo que hay que hacer es trabajar en su diseño y objetivos.

Estas plataformas transfronterizas, donde el trabajo se publica en línea y un trabajador puede realizarlo y enviarlo al cliente seguirán creciendo con fuerza por 2 motivos:

1 – Hay muchas tareas que pueden ser realizadas por un trabajador virtual.

2 – Existe una gama de servicios considerados como automatizados donde son esenciales muchos trabajadores invisibles

Cada avance tecnológico requiere un conjunto diferente de habilidades humanas.

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