Un nuevo año para estrenar la vida.
Y como en todo estreno nos vestimos con los mejores deseos y dibujamos en el aire nuevos proyectos.
La energía del deseo puede ser efímera y las proyecciones diluirse en el horizonte de los próximos 360 y tantos días.
El gran desafío del año consiste en encontrar la manera de accionar para lograr lo que deseamos y hacerlo de manera sostenida.
¿Cómo hacer para no quedarnos en la expresión de deseos?
Uno de los secretos es tomar papel y lápiz y escribirlos. Al registrar se realiza la primera acción en dirección a hacerlos realidad.
Y hay investigaciones que lo prueban, en el año 1979 se preguntó a alumnos de la Universidad de Harvard si se habían fijado por escrito metas claras y hecho un plan para alcanzarlas. De los encuestados solo lo había hecho el 3 % . Diez años después volvieron a analizar los resultados de ese estudio y fueron, las personas que las habían registrado, quienes se sentían más a gusto con sus logros, no solo económicos, sino también de bienestar general en sus vidas.
Pero ¿cómo escribirlos?
En primer lugar, comenzando por pensar qué queremos para nuestra vida: eso es nuestro Propósito; hacia dónde llegar: nuestra meta; cómo ir llegando a la meta: nuestro objetivo.
Y vamos con un ejemplo simple: Si nuestro propósito es Ser Saludable, la Meta puede ser cambiar hábitos de alimentación, el objetivo comenzar a comer mejor que puede o no ser una dieta.
El propósito está relacionado con nuestro ser, con aquello con lo que nos identificamos; las metas marcan el horizonte a alcanzar; los objetivos, guían más de cerca los pasos a realizar.
Uno de los secretos es mirar lejos y luego acercar la mirada para poder poner foco, tomar papel y lápiz y sentarse a escribir.
Teniendo en claro el horizonte podemos pensar varios caminos a transitar. Se nos pueden ocurrir muchas maneras de llegar a la meta, y si escribimos esas acciones en una línea de tiempo estaremos dibujando un plan de acción. Ser saludable, comer mejor, hacer una dieta puede comenzar por identificar qué alimentos consumo hoy y sobre ello reconocer los más valiosos para el objetivo personal. El siguiente paso puede ser, por ejemplo, decidir cuántos días a la semana te vas a comprometer a comer saludable, y hacerlo. Que los cambios sean de a poco y se mantengan en el tiempo es otro de los secretos.
Dedicarnos espacio y tiempo para crecer puede ser uno de los mejores regalos que tengamos a la corta distancia de papel y lápiz para dejar una buena marca en el año que comienza.