Cecilia Rodríguez Casey
Casi todos, me atrevo a decir, alguna vez pasamos por esa sensación de no saber para dónde ir. Evaluar muchas opciones y no estar seguros de ninguna ¿Quién no tuvo confusión vocacional o incertidumbre sobre cómo seguir su camino profesional?
Hace muchos años que asesoramos a personas en búsqueda laboral, en desarrollo de emprendimientos, movidos por el deseo de lograr metas con propósito y agregar valor en su área de conocimiento. El encuentro individual, en formato de coaching, mentoría o asesoramiento, nos ha permitido ayudar a que muchos se acerquen a sus objetivos profesionales y sientan más bienestar en su actividad. En algunos casos, fue necesario hacer cambios externos; en otros atender al desarrollo personal, al aprendizaje o la aceptación del contexto vital.
Ahora bien, la modalidad grupal potencia, en el encuentro e intercambio con los otros, el acceso a diversas perspectivas e historias de vida y la generación de nuevos vínculos, dando cabida a experiencias y posibilidades incalculables tanto a nivel profesional como personal.
Les quiero compartir una historia breve personal. En el 2001, cuando nuestro querido país estaba transitando una de las más graves crisis económicas y sociales de su historia, protagonicé un proceso de reestructuración en la empresa de la cual era parte. La misma organización, en la que habíamos tomado miles de colaboradores, debía desvincular a gran parte de ellos. Ayudar a las personas en ese contexto (y sin tantas herramientas en mi caso, veinticuatro años atrás, en relación a mi experiencia y conocimientos en outplacement), fue muy desafiante. Salimos adelante, en equipo, preparándonos para una tarea ardua, estresante y angustiante. Pudimos ser parte de ese acompañamiento que hizo la diferencia. El marco grupal otorgó sentido y valor, propiciando la contención y ayuda mutua. Los vínculos allí gestados, trascendieron los encuentros y fueron la semilla de las redes de contacto que las personas supieron tejer para rediseñar sus posibilidades futuras en un contexto tan desfavorable.
La modalidad grupal, gestada a partir de las ideas y vivencias de ese 2001 fatídico, fue el inicio de un recorrido, junto con colegas de gran trayectoria, que nos ha permitido acompañar y vigorizar el desarrollo profesional de tantos consultantes que durante todos estos años han solicitado nuestra asesoría.
Diecinueve años después, durante el 2020, la irrupción de la pandemia por el covid – 19, nos sitúa en un nuevo macro contexto crítico que nos vuelve a desafiar, en el que el andamiaje que sostenía nuestra rutina laboral, familiar y social se desvanece. Y nuevamente emerge la energía restauradora de la grupalidad. La potencia de compartir historias, vivencias, problemáticas y desafíos con otros, aunque sea a través de la virtualidad, única opción en 2020. Retomamos las capacitaciones y talleres en ese momento, abiertos al público y con diversidad de temas que pudieran ser de utilidad: desde competencias digitales hasta presentación efectiva en contexto virtual.
Seguimos adelante, con la convicción profunda de que podemos ser más plenos haciendo lo que deseamos y proyectando futuros llenos de sentido, motivación y esperanza.
Aquí estamos nuevamente, ofreciendo espacio y tiempo para el diálogo y la reflexión, a través de reunirnos con otros para compartir, pensar y sentir de un modo distinto para contribuir a encontrar aquello que necesitamos.
Nuestra carrera laboral o profesional es un camino con estaciones, paradas, obstáculos, puntos de partida, lugares de llegada y diversidad de experiencias en ese recorrido. Vivirlo como una aventura con menos miedo y angustia, con la intención e ingenuidad de un niño explorador probablemente nos acerque a un mayor bienestar en un mediano plazo.
En esta segunda parte del año la propuesta la hacemos coordinadamente entre Rodríguez Casey Consultores y Marca Personal Online.
