Identificar tus logros: una de las claves del éxito laboral

¿Por qué es tan importante aprender a identificar y comunicar nuestros logros?

Una de las preguntas habituales en las entrevistas laborales es que nos consulten sobre cuáles han sido nuestros principales logros en nuestros empleos o como emprendedores. No tenerlos identificados nos lleva a elevar nuestra ansiedad e improvisar. Es entonces cuando, en ese momento clave y decisivo, solemos transmitir a través de nuestro discurso elementos sueltos que aparecen en la memoria y que refieren a lo que hemos hecho bien o en lo que nos hemos destacado en nuestra función. Sin embargo, un logro es otra cosa.

En nuestra experiencia como asesores de carrera, observamos cómo una y otra vez nuestros clientes avanzan en el proceso sin inconvenientes hasta que tienen que definir cuáles han sido sus logros para escribirlos en el CV.

Y esto es porque

No hemos sido entrenados ni educados para hablar de nosotros mismos en términos de logros. Sí, estamos más acostumbrados a identificar nuestros valores y expectativas. Sin embargo, los logros no son aspiracionales ni se basan en ideales. Por lo contrario, son hechos concretos que hemos hecho y que han dejado un saldo positivo en una organización o estructura y que, en ocasiones, pudo ser cuantificado

¿Por qué nos cuesta tanto expresar nuestros logros?

Algunos motivos por los que nos cuesta comunicar logros

  • El primer motivo suele relacionarse con el modo en el cual enfocamos nuestra experiencia laboral. Si nos centramos solamente en la descripción de tareas, funciones y responsabilidades, es posible que no hayamos nunca focalizado en alguna contribución excepcional o alguna iniciativa que agregase valor a la organización, resolviese un problema de modo rápido y eficiente, o trajera beneficios para el área.

La vorágine de la vida laboral y la naturalización de que cumplir con nuestras funciones es inherente a nuestro trabajo son factores que suelen atentar contra el proceso reflexivo que implica detenerse a revisar nuestra trayectoria para detectar las acciones cotidianas sobre las cuales puede haber un logro.

Empecemos entonces a tener una actitud reflexiva sobre lo que hacemos.

  • Cuando nuestra percepción de desempeño está basada únicamente en evaluaciones formales realizadas por nuestros jefes, quedamos condicionados por la opinión de terceros, y las valoraciones o mediciones que suele realizar cada empresa. A veces hay logros sustanciales que han sido omitidos en los feedback que nos suelen dar anualmente. Arraigados a esas devoluciones, podemos considerar que lo que otros no percibieron simplemente no existe. Y caemos en el error de sobrevalorar la mirada de los otros, descuidando la propia.

Empecemos entonces a cambiar la perspectiva.

  • Por último, muchos de nosotros hemos sido educados o hemos internalizado la creencia de que reconocer nuestras virtudes y logros en la vida en general es sinónimo de soberbia y que contradice el ideal de ser humilde. O que sobre esos temas los demás deben hablar por nosotros, ya que no está bien visto que uno mismo se los atribuya. Estas concepciones pueden estar basadas en cuestiones culturales, religiosas y también en el estilo personal.

El no superar estos prejuicios nos puede impedir comunicar asertivamente nuestro perfil y transmitir, ya sea en el plano escrito o en el oral, en forma sintética, eficaz y estratégica nuestra marca personal.

Empecemos entonces a desterrar prejuicios.

Claves para identificar nuestros logros

  • El primer paso es recordar en detalle cada experiencia laboral, no solamente en términos de tareas. Es decir, ampliar nuestra evocación a interacciones significativas entre áreas, contribuciones excepcionales, problemas recurrentes y soluciones implementadas, proyectos en los que nos hayamos involucrado.

Ampliar la mirada implica traer a la memoria mucho más detalle que el que volcamos al CV. Bucear en el día a día, en los recuerdos cotidianos, para poder identificar si hubo algún problema que requirió una solución en la que hayamos participado, liderado o llevado adelante solos y que haya tenido un resultado favorable.

Nuestros logros expresan en términos comportamentales nuestras competencias

Será mucho más creíble describirme como alguien con iniciativa y creatividad, si esas competencias puedo argumentarlas, ejemplificarlas y sostenerlas comunicando algunos logros en los que se visualicen estas características. Si solo transmito rasgos positivos que no puedo fundamentar, el CV se reduce a una plantilla a completar según las palabras de moda en el mercado.

Cuando me pregunten sobre mis competencias explicar alguno de los logros, previamente explorados, reflexionados y bien descriptos, será la mejor forma de transmitir cuán desarrolladas están en mi persona. Será el entrevistador quien evalúe y pueda predecir cuánto y cómo esa característica presente en mí podrá trasladarse a la nueva posición y generar una contribución significativa, conforme ha sucedido en el pasado.

Aprender a identificar y transmitir nuestros logros es el inicio de un proceso laboral exitoso.

Te invitamos al taller de Logros del 16/6

Cecilia Rodríguez Casey

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