Suele decirse que algunas personas tienen suerte y otras no. Esta posición divide aguas en las discusiones y sirve de argumentación para, en muchos casos, escudarse detrás de las palabras y justificar la falta de acción, la postergación en la definición de objetivos y lo que sea que permita quedarse en una situación, aunque incomode.
Quienes miran desde este lugar se refieren a aquellos que en su denominación “ tienen suerte” observando solo un aspecto. Lo que queda visible suele ser algo así como la punta de un iceberg en la que se ven resultados que se pueden considerar positivos o de avance en la carrera laboral. Pero debajo del agua, el iceberg tiene su masa más grande y allí se gesta algo que luego es parte de la suerte.
Y … ¿Qué es la suerte?
En palabras de Sebastián Campanario, “la suerte es la velocidad de interacción con el azar “. Si el azar es la combinación de circunstancias que no se pueden prevenir, la suerte es el encadenamiento de sucesos que pueden ser favorables.
¿Y qué lugar queda para nuestra reinvención entre la suerte y el azar?
Según estas definiciones. el azar está fuera de nuestro control. Lo que sí podemos es prepararnos para aprovechar las circunstancias y convertirlas a nuestro favor.
La pandemia desatada el 2020 puso al mundo en suspenso y nos dio vuelta en lo grupal y en lo personal. Nos estamos cuestionando varias cosas entre ellas nuestras habilidades para nuestros trabajos presentes y futuros.
Entonces…
Si los trabajos van a cambiar, necesitamos desarrollar la capacidad de seguir aprendiendo, si los contenidos pueden caducar es necesario que desarrollemos criterios para identificar qué es lo que permanece, si la tecnología va a ser la compañera inseparable es necesario amigarnos con ella. Si en nuestro paradigma de buscar trabajo pensamos algo así como “ mi trabajo habla por mi” hoy deberías agregar la acción que hace necesario que lo comuniques, de manera eficaz y logrando la atención de quienes puedan comprar tu servicio o producto.
Aprender, aprendiendo; Comunicar, comunicando; Revisar las habilidades personales que nos permitieron llegar hasta aquí y las que cada cual necesitará desarrollar para que el azar nos encuentre listos y pueda llevarnos a nuestra buena suerte.
