Menos horas de trabajo, menos tareas y más tiempo para planificar y calendarizar. El primer y segundo día, Azcurra fue a trabajar solo cuatro horas; el resto de los días de esa semana tuvo flexibilidad para entrar un poco más tarde o retirarse un rato antes. Luego, paulatinamente, en el lapso de los 15 días, volvió a trabajar full time, nueve horas, en su horario habitual.
El soft landing es una técnica pensada para contrarrestar el estrés post vacacional. Entre los principales beneficios que se le ofrecen al empleado está la posibilidad de volver al trabajo en forma paulatina, trabajando menos horas y con menor asignación de tareas durante la primer semana laboral. Esta técnica comenzó a implementarse hace aproximadamente una década en países europeos. En América Latina, la introdujeron empresas como Coca Cola y Accenture. Los resultados son una mayor sensación de bienestar del empleado y en consecuencia, una mayor productividad.
Lo cierto es que la mayoría de las empresas aún no aplican la técnica del soft landing. Cecilia Rodríguez Cassey, psicóloga especializada en lo laboral, aconseja: “Una posibilidad es regresar unos días antes a casa, previo a volver al trabajo, para reestablecer la rutina cotidiana antes de afrontar la laboral. Esto puede llevarnos a ir retomando el orden de a poco: el sueño, la alimentación, para luego sumarle la actividad laboral. Cuánto más haya modificado la rutina las vacaciones, más tiempo se recomendaría tomar”.
Y agregó: “Si bien este punto varía entre las personas, en términos generales aquellos viajes que modifican el huso horario, que conllevan vuelos de muchas horas o que han sido de un impacto emocional significativo (visitas a familiares en el interior o exterior) pueden requerir más tiempo de adaptación post vacacional”, dijo.
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