La creatividad al servicio de la vida | Camilla inflable para prevenir contagio

Aprendizaje permanente, curiosidad, creatividad, solidaridad y hacer comunidad son algunos los ingredientes de la resiliencia.

Una definición general de la misma hace referencia a la capacidad de las personas para afrontar y sobreponerse a las adversidades y salir fortalecidos de ellas. ¿Todos tenemos esa habilidad? ¿Se puede desarrollar? ¿Se puede transmitir? Estas fueron algunas de las preguntas que nos hicieron en la última charla virtual.

En Marca Personal online creemos que las personas resilientes iluminan y nos dan espacio de esperanza. En esta nota fuimos a buscar a las personas que dejan marca detrás de su propia empresa.

Hernán y Fernando Batalles están siendo uno de nuestros ejemplos. Ellos acaban de diseñar una camilla inflable para prevenir el contagio del coronavirus.

La camilla es un elemento más para que las personas que trasladan a un paciente estén protegidas. La camilla tiene forma de cápsula, la lona pasó por tratamiento ignífugo y la cobertura es de fácil desinfección. Está diseñada para permitir la incorporación de oxígeno o un respirador, en caso de necesidad. Cuando ya no está en uso se puede transportar como un bolso porque es plegable.

Expertos del aire

La camilla inflable que hoy se suma a las acciones de protección ante el Covid19, es el resultado de años de experiencia de la empresa trabajando con materiales, estructuras, diseño e ingeniería del aire.

La empresa familiar que en los años ’90 comenzó construyendo castillos y peloteros inflables se fue transformando con la llegada de las nuevas generaciones. Los productos creados para el entretenimiento llevaron a Fernando y a Hernán a viajar, a conocer nuevos mercados y a gente con mucha experiencia en el uso de los materiales que hasta entonces ellos destinaban a una marca recreativa.

Hernán está cargo de la comunicación en la empresa su voz contagia entusiasmo y apura sus palabras para llegar a contarme de este presente que lo sorprende tanto.

“Con mi hermano siempre tuvimos la idea de desarrollar cosas nuevas, innovadoras y por eso decidimos crear un departamento de diseño. A nuestro conocimiento y experiencia sumamos un ingeniero en diseño industrial y logramos un lindo equipo.”

El relato del recorrido de la empresa nos lleva por diferentes mundos, invitando a saltar a la próxima aventura.

Desarrollamos productos para el mundo corporativo armando estand y logos, de allí pasamos a productos industriales, hicimos mangas neumáticas para que no saliera aire de un galpón que estaba refrigerado, colchones de seguridad para la gente que trabaja en altura, y luego avanzamos hacia el tema de salud. Hicimos camillas especiales para pacientes  que deben ser  trasladados en poco espacio, por ejemplo, en un camarote de un barco y donde una camilla tradicional no se puede usar. Como empresa estábamos en el desarrollo de productos estéticos y funcionales, con cuidado del medio ambiente y uso de material biodegradable. Estábamos con todo eso en desarrollo.”

El fluir del relato se detiene de pronto, de la misma forma en la cual lo hizo la cuarentena con la empresa.

“Nosotros tenemos una Pyme y la pandemia nos pegó, como a todos. Hacía tres semanas que estábamos parados y pensando qué hacer  ya que no teníamos los medios para afrontar la cadena de pagos que se había cortado de ambos lados…. Y ¡oh casualidad! viene Pablo, un paramédico de aquí de Rosario con el que ya habíamos tenido contacto por la camilla. Pablo me empieza a decir que si bien él usa todos los elementos de seguridad quería ver otras formas de protección.  Yo le expliqué que había estado investigando el mercado para ver qué podíamos hacer pero lo que había era muy costoso, productos de más de 12.000 U$S. Imposible de proyectar.”

Las historias no se arman solas y muchas veces se necesita que alguien insista, convoque para poder avanzar.

“Pensá algo y desarrollalo”

Eso es lo que me dijo Pablo. En ese momento yo tenía la cabeza en mil cosas porque acababa de ser papá, nuevamente, hacía una semana. El insistió, me dio apoyo en la parte técnica sobre cómo tratar a un paciente en un traslado, me daba ejemplos de lo que hacía y necesitaba. Cerramos el diseño por teléfono, hicimos un desarrollo de producto y le dijimos: esto es lo que podemos hacer de acuerdo a lo que tenemos, fijate si te sirve.

Pablo llevó la camilla a la empresa para la que trabaja y justo esa noche un amigo me invita a hacer una nota en la radio. Yo pensé: mientras pueda ayudar a las personas que están en la primera línea, en esta emergencia, hagamos la nota. Es parte del compromiso social que tenemos con mi hermano de lo que debe ser una empresa. “

Y entonces…

“Después de la entrevista  mi teléfono estalló de comentarios, felicitaciones y también de preguntas sobre el costo de la camilla. Me tuve que poner a costear el producto para que fuera accesible. Las camillas tienen un precio que va desde los $20.000 de acuerdo a las características y cantidades solicitadas por el comprador.

Queremos llegar a la mayor cantidad de gente posible: bomberos, sanatorios, ambulancias. Eso es lo que queremos. Ese es el concepto, por eso trabajamos.

Queremos que este sea un método más que ayude a prevenir el contagio, ese es el objetivo de la camilla. Al aislar al paciente se reduce el contacto y el riesgo de contagio.

Lo nuestro es el diseño. No me veo haciendo esto de por vida. Mucha gente llamó para decirnos que hacíamos un aporte importante. Pensamos entonces desarrollarla para quienes nos la pedían y con eso afrontar los gastos de hoy y pagar sueldos. “

En este tiempo de cuarentena, más que nunca, nuestros primeros recursos son aquello de lo que ya disponemos.

Con lo que hay

“Fer, mi hermano armó la línea de producción con los materiales que teníamos y todos los días, sigue intentando conseguir materiales. No es nada fácil, tampoco lo es la logística de envío, imaginate.

Hay que sortear todo tipo de obstáculos incluyendo a los que se quieren aprovechar con los precios. Y en esto tenemos que ser muy firmes para poder mantener el costo bajo. Así estamos trabajando como podemos y avanzando. “

Y en medio de esto ¿Podés creer que Pablo me llama y me pregunta  ¿Cómo estás? Y yo le digo ¿Cómo estás vos? Vos sos el que está en la primera línea.

Todo comenzó pensando en proteger a un amigo. Cuando esto termine es con el primero con el que me voy a festejar.”

Festejo, creatividad y desafío son palabras que me quedan resonando luego de nuestro encuentro virtual.

Desafío que provoca desde el nombre de la marca. Nûmorph es un juego lingüístico que si fuera la fonética del inglés remite a nuevas formas. Y justamente nuevas formas parece ser lo que vamos a necesitar para rediseñar nuestra vida en esta etapa que ha comenzado en cuarentena mundial. Fernando, Hernán y Pablo ya están dejando su marca personal.

► VISITALOS en https://numorph.com

 


Lic. Adriana Bottiglieri
Coach Ontológico y Comunicación Estratégica
en Marca Personal Online

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