Ya existen programas y algoritmos que determinan si un candidato es adecuado para un puesto. En este artículo, The Economist menciona la importancia que ha cobrado la inteligencia artificial a la hora de agilizar los procesos de selección, tanto para empresas como para candidatos.
Cuenta la experiencia de la headhunter Victoria McLean, por ejemplo, quién se dio cuenta de que muchos perfiles se quedaban a las puertas de conseguir un empleo porque no utilizaban las palabras adecuadas en su solicitud. Debido a este descubrimiento, Victoria decidió crear City CV, un negocio que ayuda a los profesionales a mejorar el posicionamiento de sus CVs con una mejor orientación en el uso de las Keywords.
Algunas empresas, como Vodafone, incluso utilizan programas para analizar las expresiones faciales de posibles candidatos. Sea como sea, no usar el mismo término o lenguaje que las empresas puede ser motivo de descarte. Por eso es tan importante llegar a un punto en común. Encontrar esas Keywords.
Y es que hoy en día, existen multitud de herramientas y facilidades para RRHH que ya son usadas en grandes compañías y que permiten que headhunter y candidato se encuentren. O, en el caso de la venta, que empresas y clientes se encuentren. Facebook, Amazon e Instagram son solo algunas que ya utilizan algoritmos para sugerir eventos, páginas o productos personalizados a cada cliente.
Como seleccionadora, y casi diría más, como persona, a veces me hago la reflexión de si hacemos bien en que ese proceso de filtro lo haga exclusivamente un ordenador. En aras a la eficiencia, dejamos fuera un margen de error, de imperfección, que impide colarse a la creatividad y al azar. Supongo que la edad me hace experimentar un punto de añoranza recordando los procesos artesanos de análisis y selección de profesionales.
Sin embargo, me considero muy tecno-friendly. Creo firmemente en el valor de la tecnología para mejorar los procesos de selección de empleo. Incorporar estas herramientas nos facilita y hace mejor nuestro trabajo, pero creo que no hay que perder de vista nunca la importancia del trato humano y el margen a la innovación.
Combinar persona y tecnología nos hace “más smart”. Y es clave saber dónde cada elemento aporta más valor. Mi opinión es que el momento crítico en el que debe intervenir la persona es en el análisis de la empresa, la cultura, las dinámicas internas del equipo y las expectativas del líder para elegir esas palabras clave.
Porque la máquina hará un filtrado más rápido, pero sin hacer distinciones, y si el perfil está mal definido de base, lo que hará el algoritmo es acelerar el error con su eficiencia y cumplimiento estricto de los parámetros de búsqueda que le han dado.
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